Jabón Espuma de Doñana
- Sete Buenavista
- 2 oct 2019
- 2 Min. de lectura
De nuevo, volvemos por un tiempo a vivir cerquita de las dunas y de la marisma. Y que mejor lugar para inspirarse con un jabón exfoliante de arena y sal.

No soy muy de jabones con efecto exfoliante, pero al volver a ver la arena blanca de las dunas de doñana no pude resistirme a coger un puñadito y experimentar como quedaría en un jabón. Por si acaso, solo la añadí en cantidad en una pequeña parte de la traza que dejé en el fondo del molde.
Una fina capa de arena en el fondo del jabón, y la sal junto a la harina de arroz en la traza consiguen un suave efecto exfoliante y una gran cremosidad en la espuma de este jabón natural.
En la mayoría de la traza decidí ponerle muy poquita arena, un poco de harina de arroz y sal gruesa, sin excederme tampoco en la cantidad para que no restase espuma, ni se endureciese demasiado, pero que se notasé el efecto exfoliante en este jabón formulado mayormente con aceite de oliva y una pequeña proporción de coco para potenciar la espuma.
Para conseguir imitar las olas, reutilicé una sombra de ojos azul, a base de minerales naturales, que no me gustaba para maquillarme y que disolví en un poco de traza de jabón para decorar la parte superior.
El resultado es un jabón duro, que raspa ligeramente y que forma una espuma muy cremosita. Me ha salvado las manos las varias veces que se me han impregnado con la resina pegajosa de las hojas de eucalipto que han ido directas a nuestro alambique.
No lleva aromas ni aceites esenciales, solo su olor a jabón natural.
Y yo diria que casí que huele a mar.
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