Vinagre de manzana hecho en casa
- Sete Buenavista
- 1 oct 2019
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 21 oct 2019
Estos son los sencillos pasos para conseguir un vinagre de manzana casero excelente, que podrás consumir y también podrás usar para limpiar o como acondicionador de ropa y pelo.

Entre otras cosas, me encanta el final del verano porque es la época en la que los manzanos están cargados de manzanas. Es el mejor momento para consumirlas frescas y para hacer compotas, mermeladas, conservas, secarlas en rodajas o hacer vinagre. Después, todo lo que se irá recogiendo se guardará en cámaras frigoríficas para servir a los mercados durante el resto del año, así que además serán más caras.
Los manzanos necesitan el frío del invierno para florecer a principios de la primavera. Si vives en una región templada del planeta, puedes sentirte muy afortunado por tenerlas al alcance de tu mano, ya sea en los árboles o en el mercado. En otras regiones, como en los trópicos, son una fruta de lujo con un precio altísimo al ser exportadas, además de tener una gran huella ambiental.
La manzana es una de las frutas más populares del mundo. Conocemos rojas, verdes, amarillas, dulces, ácidas, pequeñas y grandes... aunque se calcula que existen más de 7.500 variedades a lo largo y ancho del planeta. Desde el punto de vista nutritivo, la manzana es una de las frutas más completas. Además, es muy versátil para elaborar recetas de cocina muy variopintas.
Pero aquí os voy explicar cómo aprovecharlas para producir vinagre de manzana, otra de las maravillas de la naturaleza.
Lo bueno de hacer vinagre en casa es que, en primer lugar, es una forma de aprovechar un residuo. Se puede hacer vinagre usando solo las cáscaras y corazones de manzanas que hayamos usado para otra cosa, y con utensilios de cocina básicos que ya tendrás por casa.
Es gratis y le ahorras al planeta algunos envases y transportes.
Vas a ser consciente de los recursos, tiempo y esfuerzo necesarios para fabricar un producto que usas en tu día a día. En este caso se necesita casi nada, excepto por la espera. Al ser un proceso natural, los microorganismos necesitan su tiempo para trabajar, pero tú no necesitas invertir apenas tiempo en hacerlo.
Es un proceso enriquecedor si disfrutas produciendo cosas por ti mismo o tienes un mínimo de curiosidad científica.
Vas a conseguir un vinagre de manzana casero excelente, que podrás consumir y también podrás usar para limpiar y como acondicionador de ropa y pelo. Es un producto que se conserva muchísimo tiempo por sí mismo.
También puedes presumir mucho de tu hazaña, es totalmente aceptable sentirte orgulloso de tu vinagre.
Y regalarlo.
Y enseñar a otras personas a hacerlo, porque como vas a ver, es muy muy sencillo y necesitas poco tiempo para empezar. Menos de lo que tardas en leer esto…
NECESITAS
Cáscaras y corazones de varias manzanas O bien algunas manzanas enteras
Azúcar, panela o miel: Una cucharada por litro de agua
Agua
Un recipiente de vidrio o barro en el que quepa cómodamente toda la mezcla. Deben quedar, al menos, 3 o 4 dedos de aire, si queda más no pasa nada, pero necesita algo de espacio libre porque a veces la fermentación es muy fuerte, la mezcla sube y se puede salir
Un trozo de tela para cubrir el recipiente
Cuchara de madera
CANTIDADES
Yo siempre lo hago a ojo, pero os voy a explicar aproximadamente las cantidades que yo he usado y me han funcionado, aunque seguramente esto es algo muy variable dentro de unos límites…
Si usas mucha manzana y azúcar te saldrá un vinagre más fuerte y el proceso será algo más rápido.
Si usas menos, seguramente consigas un vinagre más diluido.
La primera vez comencé con las cáscaras y corazones de 3 manzanitas. Acabo de repetirlo, para saber cuánto pesaba todo exactamente, porque muchas personas necesitan medidas exactas:
70 gramos de restos de manzana Una cuchara grande de azúcar, 30 gramos 1 litro de agua
Pero vamos, como he dicho, esto no tiene que ser así de exacto para que salga bien.
Las siguientes veces usé manzanas enteras que eran para desechar, que no se recolectaron en su día por ser demasiado pequeñas, raras o porque estaban demasiado altas para poder cogerlas y cayeron al pie del árbol, se golpearon… También puedes usar manzanas sanas y hermosas si quieres.
Para un litro de vinagre, una manzana grande o dos pequeñitas son suficientes. Si vas a preparar más cantidad de vinagre, por ejemplo 4 o 5 litros en el mismo recipiente, en proporción, te harán falta algunas menos, pero si tienes más tampoco es malo.
¿Y AHORA QUE HAGO?
1. PON TODO JUNTO
Ø Si vas a hacer vinagre a partir de cáscaras y corazones
Enjuágalos y ponlos en el recipiente. Es mejor trozos lo más grande posible porque luego hay que intentar que no queden a flote y los pequeñitos se escapan. Añade el azúcar y el agua y remueve para que se disuelva el azúcar.
Para conseguir que los trozos no se queden fuera del agua y aparezca moho que estropee el proceso, puedes hundirlos dejando encima de la mezcla un bote más pequeño o una tapadera de otro bote, y que de esta forma los trozos de manzana no queden fuera del agua.
Ø Si vas a hacer vinagre con manzanas enteras
Lávalas, trocéalas con piel y corazón incluido, y las trituras dentro del recipiente que vayas a usar, con un poco de agua hasta conseguir un puré. Añade el resto del agua, el azúcar y remueve para que se mezcle y se disuelva bien.
2. CUBRE CON UN TRAPO
Y ponlo en un lugar que no estorbe durante dos semanas...
A partir de aquí, si eres una persona muy ocupada o distraída, puedes decidir abandonar tu vinagre durante un par de semanas y no hará falta demasiada suerte para que los microorganismos trabajen sin tu ayuda.
Si el recipiente es transparente, es mejor que lo coloques en un lugar oscuro, o que lo cubras bien con el trapo por los laterales para que no le dé la luz directa a la mezcla.
Si la temperatura es cálida, el proceso irá más rápido. Si es fría, tardará un poco más. Por desgracia, los veroños ayudan en eso.
Mi recomendación es echarle un vistazo todos los días o cada dos o tres días. Primero para controlar que todo va bien y aprender más del proceso.
Y después, para removerlo con una cuchara de madera o agitando el recipiente, para introducir oxígeno en la mezcla y favorecer la fermentación.
A los pocos días van a comenzar a aparecer burbujitas en los trozos de manzana y sobre la superficie. Eso es muy buena señal y nos indica que la fermentación alcohólica se está dando. También notarás el olor a sidra.
En esta primera fase unas levaduras llamadas Saccharomyces van a llevar a cabo la fermentación alcohólica de los azúcares para obtener alcohol y dióxido de carbono.
3. QUITAR LA MANZANA
Pasadas dos o tres semanas, o cuando notes que ya no se produce apenas burbujitas, saca los trozos de manzana, o pasa el líquido con el puré por un colador para quitar los restos de manzana y vuelve a poner el líquido en el recipiente inicial.
Esto es para aprovechar el cultivo de microorganismos que queda en el fondo del frasco (como un polvillo que puede ser blancuzco o café claro) aunque con el puré no es tan fácil separarlo, aunque no pasa nada si lo quitas, aparecerá más. Cúbrelo de nuevo con el trozo de tela y vuelve a ponerlo en el mismo lugar en el que lo tenías antes.
4. DALE MÁS TIEMPO
Esta es la fase es la que realmente se va a convertir en vinagre, y la velocidad del proceso va a depender de la temperatura del lugar en que estás. Con una temperatura de 25º requiere más o menos otras dos semanas. Si el tiempo es más cálido tardará menos y si hace más frío tardará más.
Es posible que aparezca sobre la superficie una capa gelatinosa semi-transparente. Es normal y es buena señal. Es la madre del vinagre.
En esta fase el alcohol obtenido anteriormente es oxidado por las acetobacterias, transformandolo en ácido acético, es decir, en vinagre.
La manera de saber si el vinagre está listo es destapar y oler, también lo puedes probar. Si sientes olor como a un alcohol frutal, es porque está todavía en proceso. Si te golpea el olor a vinagre…
¡ YA TIENES TU VINAGRE DE MANZANA CASERO !
Y ahora tienes varias opciones:
Tapar el recipiente y ya está. O pasar el vinagre a otras botellas más cómodas de usar.
Tanto el sedimento blanquecino que se ha formado en el fondo del recipiente como la madre son recursos valiosos para hacer más vinagre, pues aceleran el proceso de fermentación. Puedes conservar la madre y los sedimentos cubiertos por un dedo o dos de vinagre y usarlos para inocular tus próximos vinagres, añadiendo nuevamente manzanas, azúcar y agua, como al inicio.
Y así hasta el fin de los días...
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